Las tierras arrasadas

Las tierras arrasadas, de Emiliano Monge, es un ejemplo de cómo el amor intenta abrirse camino ante situaciones desafortunadas.  

Desde un primer momento quedamos prendidos del carácter escatológico de los nombres de los personajes (Epitafio, Estela, Mausoleo, etc.). Esto se puede interpretar como pincelada hacia el final trágico que acaba teniendo lugar.

Por otro lado, los sinalma -como así se les nombra- aparecen deshumanizados; son mera mercancía que se compra y vende. Sin embargo, los testimonios y citas que dan voz a estos inmigrantes consiguen mantenerlos en la historia y otorgarles presencia.

Asimismo, los chicos de la selva me han suscitado un sentimiento de tristeza, pues es duro ver cómo desaparece la niñez y la adolescencia a la fuerza. En las tierras arrasadas también hay vidas que nunca volverán a ser las que fueron.

En síntesis, esta obra es, a mi juicio, muy recomendable. Las historias que se presentan y narran paralelamente y la evolución de los personajes incitan a continuar la lectura.